Oscar A. Pérez Sayago
…nuestra casa común es también como una hermana, con la cual compartimos la existencia, y como una madre bella que nos acoge entre sus brazos… (LS, 1)
Tanto la Casa Común como el otro exigen cuidado. Si no cuidamos la Tierra, lentamente se deteriorará hasta convertirse en ruinas. Si no cuidamos nuestra relación con el otro, en lugar de un compañero, con quien compartimos el pan, un aliado y un amigo, hacemos de él un marginado y un deshumanizado. Pues solamente nos hacemos realmente humanos a través del otro y con el otro.
El cuidado está directamente ligado a la Casa Común y al otro. Pero hay una razón dice Leonardo Boff, para considerar el cuidado como la fuente secreta de la ética, pues “pertenece a la esencia de lo humano y de todo lo que existen y vive”.
El cuidado tiene una dimensión ética: es el condicionamiento anticipado de todos nuestros actos para que sean buenos en lugar de nocivos para nosotros y para la Madre Tierra. El cuidado es tan esencial que, si nuestras madres no hubieran tenido infinito cuidado al acogernos, no podríamos dejar la cuna y buscar por nosotros mismos el alimento necesario.
Así pues, todo lo que hacemos viene acompañado del cuidado. Todo lo que amamos lo cuidamos, y todo lo que cuidamos también lo amamos. El cuidado es tan esencial que es comprendido por todos porque todos lo experimentan en cada momento, ya sea al cruzar la calle, bebiendo agua, conduciendo el carro o relacionándose con otra persona.
Existen dos sentidos básicos que se expresan a través el cuidado.
En primer lugar, se expresa en la relación amorosa, suave, amigable y protectora de la realidad, en este caso de la naturaleza y de la Madre Tierra.
En segundo lugar, el cuidado es todo tipo de implicación que tenemos con las personas y cosas con las cuales estamos afectivamente ligados. En nuestra reflexión, implica la preocupación y hasta la indignación ante la relación de aprovechamiento, de explotación y hasta devastación a la que sometemos a la Tierra, como un todo y a sus ecosistemas, con sus bienes y servicios naturales, que no raras veces son desperdiciados.
O cuidamos nuestra Casa Común o recorreremos un camino sin retorno.