Por: Víctor Núñez – Éxito Educativo.
Ana Luisa Domínguez es presidenta de la Confederación Nacional de Escuelas Particulares (CNEP) en México
En este puente que hemos tendido a ambos lados del Atlántico para compartir y conocer las experiencias educativas que se desarrollan en Iberoamérica, hemos puesto esta vez rumbo a México, el país con más hispanohablantes del mundo y el segundo con más católicos, para entrevistar a la Hermana Ana Luisa Domínguez, teresiana que preside la Confederación Nacional de Escuelas Particulares (CNEP) en México. Esta asociación de asociaciones reúne a 3.000 centros católicos y no confesionales. Domínguez, de formación maestra, es licenciada en Educación Básica por la Escuela Normal la Paz y en Educación Media Superior por la Escuela Normal de Jalisco, y actualmente es directora del Instituto Cultural de Ciudad de México. Con ella hablamos de las dificultades que viven las escuelas desde la pandemia, de las trabas que se encuentran desde el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, pero también de gestión de centros, marketing educativo, tecnología, abusos…
En primer lugar, nos gustaría que hiciera una evaluación de la situación de la educación en Iberoamérica en general, sabiendo que es una realidad muy grande y muy diversa, y en México en particular.
En Iberoamérica estamos en distintos niveles por los distintos países y las distintas políticas que se manejan en cada estado. Hay países que apuestan más por la educación y entonces el gobierno facilita más hasta los medios económicos para resolver el tema educativo. Sin embargo, en México, desgraciadamente, tenemos un sistema que apuesta muy poco por la educación. La educación de calidad en un 90 por ciento la da el colegio privado, no necesariamente el colegio católico. Entonces, las familias que tienen recursos para poder pagar una educación privada la pagan, aunque el colegio no sea religioso.
¿Cuál sería la principal fortaleza de la educación particular en México? ¿y su debilidad?
En el colegio particular se apuesta por enriquecer la currícula para poder tener cierto nivel académico en donde nuestros alumnos que egresan de las preparatorias, en un 90 por ciento se quedan en las universidades y pueden continuar estudios superiores. Una gran debilidad, y más después de la pandemia, es habernos quedado atorados en este rezago educativo. Y desgraciadamente, este gobierno y esta Secretaría de Educación, pues tiene muy poca visión para resolver el tema del rezago educativo. Pero lo estamos viviendo en los colegios particulares, el tema de resolver el rezago educativo de casi dos años, aunque se resolvió en una clase en línea, bueno, en final hoy estamos recogiendo el fruto del rechazo educativo.
¿Piensan, pues, que lejos de haber mejorado o haber ayudado a la mejora de la transformación digital de la educación, se ha quedado estancada?
Sí. A ver, el recurso educativo de la educación en línea nos abrió otro panorama, otro horizonte que teníamos muy poco explorado en general. Apostamos por eso y creo que esto ya está incorporado en los colegios. Pero el resultado educativo no se resolvió adecuadamente pues, aunque, efectivamente, se dieron clases en línea y luego se dieron clases híbridas, no se estaba preparados para esta cultura de aprender y estamos muy lejos de poderla vivir con cierta responsabilidad. No tenemos esa cultura incorporada para que nuestros alumnos sean de alguna manera autodidactas, por decirlo así. Aunque desde la figura del maestro sí hemos ido avanzando hacia la figura del maestro mediador.
Y desde una organización como la CNEP, tan grande y que integra a cerca de 3000 centros educativos, ¿cómo afrontan una realidad tan extensa, tan diversa y que incluso tiene la peculiaridad de también integrar a centros no confesionales?
Yo creo que la gran riqueza de la Confederación es la pluralidad. Y yo valoro enormemente la apuesta que hacen los presidentes que agrupan las federaciones, que es el número de colegios que creen y apuestan por este proyecto. Y los presidentes hacen distintas actividades de seminarios, de congresos, de webinars, de diplomados que van favoreciendo, o intentamos favorecer, la formación de los maestros, porque si no es así, no la tenemos de otros medios. La Secretaría de Educación propicia y favorece espacios de formación para las escuelas de gobierno, como se dice en México. Pero nosotros no estamos invitados a esta formación y a veces son formaciones de alta calidad, pero nosotros no estamos invitados a ir. Lo hemos pedido y se nos contesta que es exclusivamente para la escuela federal. Entonces, nosotros los colegios particulares desde la Confederación, promovemos espacios formativos para nuestros maestros, intentando resolver precisamente el que podamos estar siempre en un nivel superior, respondiendo a la filosofía o al carisma que propone cada colegio que forma parte de estas agrupaciones, que son las federaciones.
A las dificultades que parece que les pone el gobierno de López Obrador, también se les une la progresiva secularización de la sociedad o el auge de otras corrientes cristianas ¿cómo afrontan desde la escuela católica esa situación que se hace extensiva por todo América?
Pues mira, la enfrentamos con dolor, porque va siendo una realidad que toda la vivencia religiosa y la autoridad que en su momento tuvo el ámbito religioso, hoy no lo tiene. Seguimos teniendo nuestra vigencia. Pero bueno, ya entramos a un nivel de competencia, entre comillas, pues porque van disminuyendo los alumnos, porque las familias van apostando por otro tipo de formación académica. Incluso hay familias que apuestan por X formación por el modelo educativo, pero ya tampoco les importa si es católico o si es laico. Sí, es un gran tema. Se nota la disminución de la participación. Por ejemplo, en México, sigue habiendo iglesias llenas, pero llenas de personas de la tercera edad o personas adultas. Ya no se ve la familia que participa en el sacramento. Desde los colegios religiosos, seguimos ofreciendo la formación de los sacramentos. Pero bueno, a veces se sigue convirtiendo en un tema más social y cumplir con el requisito de tener los sacramentos que desde una vivencia religiosa. Es una lucha triste que estamos viviendo y bueno, es un gran desafío el volver a empoderar a la Iglesia, la creencia religiosa, la vivencia de la fe.
¿Cuál cree que puede ser la causa de ese distanciamiento?
Hay un concepto que nos ha jugado en contra un poco, y es el concepto del Dios que castiga. Entonces, en estas nuevas teologías y en este ir avanzando en estos aprendizajes, pues entramos un poco en conflicto con que a mí me enseñaron que Dios castigaba y me iba a llevar al infierno y ahora resulta que Jesús es mi amigo. Y entonces también eso entró un poquito en contradicción entre las creencias antiguas de las personas mayores y los jóvenes. Entonces, tampoco hemos encontrado el punto de equilibrio en esta vivencia, en esta formación, en este ir avanzando, pues hasta en un marco teórico. Una cosa es la vivencia de la fe y otra cosa es el marco teórico. Pero sí creo que este tema tampoco se ha actualizado desde la Iglesia y tampoco lo favorece, en mi opinión.
Una de las cuestiones que abordan desde la Confederación, precisamente para paliar ese abandono del gobierno federal, es la formación. ¿En qué ámbitos están incidiendo más en la formación? ¿En el ámbito pedagógico, en el gerencial, tecnológico, marketing, educación emocional…?
Mira, sí nos ocupamos por el ámbito emocional, por este tema de la ansiedad. Todo lo que ha generado, especialmente el regresar después de la pandemia, que todo el tema de las emociones está un poco descompuesto. Se ha trabajado en esto, se sigue trabajando en esto, pero también se está trabajando en el ámbito tecnológico con todo lo de la Inteligencia Artificial. Se han ido teniendo distintas formaciones que se ofrecen a los colegios para ir actualizando desde el área de sistemas, pues todo lo que va haciendo hoy la inteligencia artificial, pues que ya está en las aplicaciones y nuestros alumnos las manejan mejor que nosotros. Entonces, nosotros, adultos, tenemos que ir aprendiendo, metiéndonos en esos temas mientras ellos ya lo traen de alguna manera incorporado. Pero bueno, son los dos ámbitos que de manera especial se están trabajando ahora a nivel de colegios en la Confederación y en las federaciones. Por ejemplo, otro tema que también se ha estado trabajando con fuerza es el Pacto Educativo Global desde los siete compromisos del Papa, aunque el Papa nos invita a transformar desde la sociedad, desde el cuidado del planeta. Considero que son como los tres ámbitos en los que se está trabajando con fuerza.
Uno de los dilemas a los que se enfrentan muchos centros es resolver el papel del director, si el director es un pedagogo, si el director es un gestor…. ¿Cómo lo ven ustedes desde México?
Yo sí creo que que los directores tenemos que tener conocimientos de pedagogía y de didáctica. Yo, de hecho, de carrera soy maestra. Pero sí creo que en esta complejidad que estamos viviendo social, mundial, de intereses, del cómo ha ido avanzando la cultura, lo que la familia espera del colegio, sí apuesto por un director que tenga más estrategias de gestoría. Se necesita mucha asertividad para mediar, para escuchar, para resolver cinco cosas al mismo tiempo, para optimizar a los profesores en sus mejores recursos personales. Y ahí ahora tienes que aprender de todo, porque lo mismo te llega una demanda al colegio, pero lo mismo te llega una demanda de un matrimonio que está de pleito y que sí puede ver al hijo, que no puede ver al hijo. Entonces te tienes que ir haciendo especialista en otros ámbitos que hace muchos años el director ni siquiera se molestaba en revisar ni en ver. Entonces, que si ahora Protección Civil, que si ahora la Secretaría del Trabajo. Entonces sí, en México en especial se ha ido complejizando los saberes a nivel de la gestoría y de llevar una dirección. Entonces, respondiendo a tu pregunta, sí creo que hoy el director tiene que ser más gestor que pedagogo. Y hacer uso, en el buen sentido de la palabra, de las personas que tienen la carrera de pedagogía y apoyarte en ellos para que resuelvan el tema pedagógico en el colegio y acompañen académicamente a los profesores, a los alumnos, a los departamentos, a las acciones en el ámbito pedagógico.
¿De dónde saca el tiempo el director para tantas tareas?
Perdemos mucho tiempo. Bueno, no es que perdamos el tiempo, quiero decir que nos abarca muchos momentos del día la parte administrativa, incluso hasta el tema del dinero, de la optimización de los recursos. Entonces, te pierdes en muchas cositas administrativas y dejas a un lado lo académico. Por eso creo que es mejor apoyarte de un pedagogo o que resuelva el tema pedagógico y el director apostar por cuidar su colegio, que al final es como una especie de empresa, que genera una fuente de trabajo. Y tienes que responder ya a muchas instancias que antes no respondía, que si los impuestos que el buzón tributario, Dios mío santísimo, se ha ido como complejizando todo lo que el director tiene que hacer… De verdad te tienes que ir haciendo especialista en otras cosas que antes ni siquiera te cuestionabas.
Una cuestión también que, bueno, esta semana se ha celebrado el Día Mundial contra el acoso escolar, el bullying, ciberbullying, los abusos. Es un tema realmente también…
Uno de los temas que más preocupa a los colegios es el de los abusos o el acoso escolar ¿Cómo lo están abordando en México, desde la Confederación y, también, concretamente ustedes en sus centros?
Nosotros, específicamente en el centro, hemos elaborando nuestro protocolo de abuso y de acoso sexual en el colegio. También lo tenemos ya elaborado a nivel de Hermanas (teresianas), de una posible situación que podamos vivir así o que nos culpen de haber hecho alguna situación de acoso o de abuso. Ahora, a nivel de la Confederación, sí se ha hablado, se ha puesto el tema sobre la mesa. Me parece, en lo personal, que tenemos que afinarlo más. Me parece que tenemos que trabajar más el protocolo y creo que sí falta todavía empoderar más a los colegios con conocimientos de lo que supone este tema. La editorial Edelvives está trabajando una campaña muy fuerte, ‘No te calles, cuéntalo’, en la que va a participar la Confederación y que va a echar a andar a finales de mayo cuando se hace oficial el proyecto. Y desde ahí, seguir trabajando con este gran tema que sí genera mucho dolor.
Otro de los grandes temas que preocupan a los centros en muchos países de Iberoamérica es el descenso de la natalidad ¿Cómo lo afrontan en México?
Bueno, México no tiene unos datos demográficos tan malos como otros países, por lo menos aquí sí se mantiene la tasa de reposición, pues ya en algunos países de Latinoamérica se está bajando de esa tasa de reposición de menos de dos niños por familia. Y claro, eso hace que haya o existan los mismos colegios para muchos menos niños y mucha más competencia de todo tipo.
Y es donde entra todo lo que tiene que ver con el marketing educativo, ¿cómo abordan ustedes esa parte en la que hay que una mayor competencia?
Yo creo que todos los colegios, a partir de la pandemia, los sufrimos más, unos colegios más que otros. Hubo colegios que tuvieron que cerrar, pues se fueron desde luego totalmente a la quiebra. Hubo colegios que ya no pudieron sostener la nómina de su personal. Y bueno, fue una realidad que hoy seguimos viviendo y sigue ahí latente. ¿Qué estamos haciendo? Por lo menos en nuestro colegio lo que hacemos es acercar a las familias al colegio. Me parece que existe cierto estigma o cierto rechazo de los colegios a los papás, porque al final también los papás, en este ir perdiendo la autoridad, el colegio, la Iglesia o los maestros mismos, acabamos viviendo como con cierta amenaza de parte de las familias. Y entonces, acaba, sin querer, siendo una guerra entre ellos y nosotros. Al final me parece que lo que toca es escuchar a los papás, acercarles a las actividades y explicarles por qué el colegio apuesta por esta metodología, por esta filosofía, por estos valores, pues a partir de la vivencia propia que pueda ofrecer la escuela. Pero me parece que o somos un frente común y nos acercamos y caminamos juntos en esta construcción de la escuela, o nos venimos abajo.
¿En esta situación cómo mantener la matrícula?
Nosotros fuimos de los colegios que subimos la matrícula. Entonces, ahora el reto es mantenerla con todo lo que supone que el que sí está contento y el que no está contento y el que espera más y el que espera menos. Pero bueno, en mi opinión, me parece que una manera de mantener la matrícula con todo y que el índice de natalidad pues va siendo de las familias más pequeñas, me parece que es acercar a lo que el colegio por convicción quiere ofrecer y no solamente de palabra y como un mercadeo de marketing que te vendo en el súper, si no es la realidad, pues siendo coherentes con lo que estamos ofreciendo.
Y por último, la última pregunta que siempre planteamos a nuestros invitados es, ¿cómo cree usted que es el mejor centro educativo del mundo?
Muy bien, esa es muy buena pregunta. Pienso que las relaciones humanas no van a acabar nunca. Ya podremos tener la inteligencia artificial y a los robots que hagan trabajos mecánicos en las empresas, pero me parece que la figura del profesor no se va a suplir nunca, como el libro de papel. Yo sigo creyendo y apostando porque el libro físico tiene su encanto. Y apuesto por las relaciones. Me parece que un colegio de excelencia está en la calidad de la relación que podamos establecer el personal, el personal administrativo, educativo con nuestros alumnos y con nuestras familias. Y de ahí, bueno, por lo que ofrezcamos académicamente, pero me parece que ese tema de relaciones y acompañar, de escuchar, de acoger… me parece que es fundamental. Al final, a veces las personas solo quieren un espacio para saberse escuchados y tampoco te están pidiendo una solución, pero ya te agradecen el espacio de haberse sabido escuchados. Entonces, me parece que un colegio de excelencia es el que puede ofrecer relaciones de calidad, pero desde la piel, que te escuche de verdad y te dedique un tiempo de calidad.
Fuente: Éxito Educativo.
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