[Por: CIEC]
Desde este 7 de septiembre y hasta el 9, la ciudad de Sucre, en Bolivia, acoge el VI Congreso Educativo de la Iglesia Católica organizado por el Área de Educación de la Conferencia Episcopal Boliviana.
En el marco de este evento formativo y en representación de la Confederación Interamericana de Educación Católica (CIEC), su Secretario General, Óscar Pérez Sayago, ha disertado durante la primera jornada del Congreso sobre el “Pacto Educativo Global: la urgencia de educar”.
“La incorporación de la escuela católica al Pacto Educativo Global (PEG) exige un cambio de ‘chip’, de mentalidad, de experiencia”, afirmó el directivo de la CIEC, al destacar que “una condición indispensable para personas, grupos e instituciones que van incorporándose al PEG es ¡no trabajar solos!”.
Salir de la mismidad
En este sentido, al recordar los componentes de la propuesta del Papa Francisco en torno al PEG, para responder a la “deconstrucción del humanismo”, la “educación desfasada”, la “sumisión a la tecnología” y al “desinterés por la trascendencia”, Pérez Sayago enfatizó que “La educación es un acto de amor, que suscita y acompaña la vida. A través de ella el ser humano sale de su mismidad, descubre potencialidades y talentos, los desarrolla integralmente y así se capacita para contribuir para la mejora de la sociedad y la armonía con el medio ambiente”.
Por ello -continuó el educador colombiano- “la educación carga la semilla de la esperanza, que impide el escepticismo, la no creencia y la resistencia de reaccionar contra el mal, y trae la fuerza para enfrentar lo negativo y atreverse a metas audaces y de largo alcance”. Dicho con otras palabras, “la educación es un poderoso factor humanizador y transformador que capacita la persona para considerarse miembro y protectora de la humanidad”.
Para asumir estos desafíos, se hace necesario abordar al menos cuatro grandes movimientos: movimiento de equipo, movimiento ecológico, movimiento inclusivo y movimiento pacificado. De lo que se trata, entonces, es de “asumir una nueva visión de la educación como apuesta por un cambio en profundidad de los principios, la lógica y el estilo de vida vigentes”.
Hablar y practicar el idioma de la fraternidad
Dado que “la concepción educativa como transmisión de contenidos se acabó, está agotada, el Papa toma una iniciativa inédita de reconstruir el Pacto Educativo Global”, subrayó el Secretario General de la CIEC, enfatizando que de lo que se trata es de “tener audacia para recrear el tejido de las relaciones de los seres humanos entre ellos y con las demás creaturas, a favor de una humanidad capaz de hablar y practicar el idioma de la fraternidad”.
“Recuperar la fraternidad es la gran meta, a través de la reversión de la educación a su rol liberador, adecuada a los reclamos de la contemporaneidad”, concluyó Pérez Sayago, para lo cual no se pueden perder de vista los siete pilares del PEG: “educación personalizada, educación integral, escuchar la realidad y la sociedad, rescatar la fraternidad, protección de la ecología, educación de la conciencia crítica y educación religiosa”.
Fuente: CIEC.
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