l movimiento político de Oriente y de Occidente abre nuevos espacios a las resignificaciones culturales y religiosas. Y el cambio de paradigmas del conocimiento y del lenguaje en el Occidente abre nuevos espacios a la legitimación del creer. En esas nuevas dimensiones los grandes valores de las religiones
vuelven a insinuarse como factor de humanidad y de civilidad entre pueblos y culturas. El deber permanente de legitimación del creer es, además, factor de renovación permanente de las
religiones históricas.
EL DEBER DE LEGITIMACIÓN
Como consecuencia de los enfrentamientos ideológicos, económicos, políticos y militares entre bloques artificiales, pueblos enteros de Europa y Asia han iniciado o reforzado la reagrupación de sí mismos por etnias y por culturas, así como su resignificación por tradiciones, uno de cuyos puntales es la propia tradición religiosa.
PARRA, ALBERTO
Theologica Xaveriana, núm. 150, 2004, pp. 281-298
Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia