El documento que presentamos ofrece una reflexión de alguna forma nueva, dentro del ámbito de la enseñanza de la religión en la escuela. Una reflexión ampliamente demandada en la Iglesia. Los numerosos cambios legislativos referidos a la enseñanza escolar en general, que han afectado particularmente al área de religión católica y a su profesorado, dejaron en segundo plano la atención a los grandes planteamientos de la identidad y del sentido mismo de la acción educativa del profesor. En bastantes documentos recientes de la Iglesia se hace referencia al profesor de Religión católica, desde el punto de vista educativo y profesional1, sin embargo no hay un documento explícitamente dedicado a
estudiar su perfil propio.