Por: Enrique Ortiz Mendivil Llano
Las temáticas del marketing y el consumo, han estado tradicionalmente enfrentadas con el término sostenibilidad. Hoy día, esa idea debe pasar a la historia y los dos conceptos pueden ir de la mano.
El presente ensayo, en consecuencia, rescatará el auténtico significado del consumo y del marketing (en el que se configura al cliente como un auténtico decisor del mercado, con todas sus consecuencias), y la sostenibilidad en el tiempo (en sus tres dimensiones: económicas, sociales y ecológicas).
Unos consumidores formados, con pensamientos críticos y conscientes de su poder, pueden transformar las estructuras productivas, en un sentido de respeto al entorno y de perdurabilidad en el tiempo. La responsabilidad social corporativa de empresas y organizaciones, el marketing social, el consumo responsable, el desarrollo sostenible, etc…, son distintos conceptos ya existentes y a los que se debe ver en su conjunto.
En el siglo XXI, estamos viviendo momentos de cambio. El modelo basado en el gasto desenfrenado, en el crédito ciego y en la sobreexplotación de recursos, está acabado. Sin embargo, el sistema occidental de libertades, mucho más importante que el actual modelo diseñado a partir de la segunda guerra mundial, debe perdurar y fortalecerse desde sus raíces.
Un desarrollo sostenido en los países menos desarrollados, permitiéndoles la utilización y el comercio con sus recursos, y un decrecimiento sustentable en los países ricos, potenciando una vida personal más serena, autosuficiente y responsable, supondría un gran aporte a la regeneración y reequilibrio del planeta.
Por todo ello, la solución está en gran parte en nosotros. Las acciones y los actos responsables, o no, de cada individuo formarán nuevas estructuras de funcionamiento grupal. Pero todo ello no se consigue en cuatro días ni por decreto ley. El conocimiento, procesar mentalmente la información, la concienciación, conocer la importancia de los actos propios, y el comienzo, estar dispuesto a obrar en consecuencia, son los tres pasos para la acción individual, local, regional y global.
En el apartado II del ensayo, se analizan los puntos de debate sobre la sostenibilidad del modelo. El modelo financiero actual en el que vivimos, forma parte del sistema occidental capitalista. En esta parte del trabajo, se entra en puntos como la biodiversidad, el desarrollo sostenible, la población, el agua, el gasto público, las crisis, la política ecológica, la economía ecológica, etc… para argumentar que el actual modelo de funcionamiento no se puede mantener en el tiempo. Sin embargo, la defensa estructural del sistema, es también parte de la filosofía del apartado II.
En cuanto al apartado III, se estudia una nueva visión del concepto de marketing comercial, donde se concede un alto poder al individuo en sus actos de compra. Pormenorizar en la economía de mercado, los fundamentos del marketing y la comunicación, los nuevos canales de comunicación y la especialización en la tareas del marketing, ponen al lector en los antecedentes necesarios de conocimiento en cuanto a una nueva instrucción de los consumidores.
El apartado IV, otorga al marketing social y ecológico su papel en toda esta evolución. Las actuaciones de las empresas, en la RSC (Responsabilidad Social Corporativa), los indicadores y la contabilidad ambiental, así́ como los procesos instaurados de calidad y sistemas de gestión ambiental, posibilitan la existencia del marketing ecológico como forma de actuación en el mercado.
En el V apartado, se fundamenta y cede el poder de todo este cambio al actor principal: el consumidor. Un consumo más sostenible, ético y ecológico es posible en nuestra vida diaria. Los temas sobre del modelo alimentario y los bienes públicos generales, ayudan a entender ese principio. Finalmente, se ofrecen un conjunto de ideas para poder llevar ese consumo a la práctica.
El apartado VI profundiza sobre los recursos energéticos. Se estudian las distintas vías de obtención energética (renovables, no renovables y nucleares). También se puntualiza, como el ahorro de energía es la mejor solución, ofreciendo ideas para que ello se pueda conseguir en el hogar y el lugar de estudio o trabajo.
En el apartado de conclusiones, el VII, se ofrecen los puntos de vista del autor, una vez expuestos distintos argumentos en los apartados precedentes. El cambio de mentalidad de los consumidores, su grado de sensibilización en temas de compra y consumo, la exigencia de cambios a instituciones y empresas, etc… llevarán a que la suma de los individuos, puedan conseguir que la transformación del actual modelo financiero y de producción, nos lleve a uno nuevo sin destruir el sistema económico en que se sustentan los valores y principios occidentales. La aportación que hagamos la suma de individuos, es más transcendente que la legislación que se apruebe o las voluntades de las organizaciones diversas a lo largo del planeta. Cada individuo, cada ser humano, es responsable de sus actos, pero también es el dueño de sus decisiones. Así́ de simple y así́ de complejo.
Finalmente, la bibliografía y fuentes documentales del apartado VIII y los anexos del IX, posibilitan un mayor valor añadido para profundizar por parte de los interesados. La bibliografía y fuentes documentales son muchas y amplias, pero sin embargo con respecto a la materia tratada en conjunto, existe poco que trate el asunto de una manera desideologizada. En cuanto a los anexos, se intenta ofrecer mayor información sobre algo concreto que ayude al entendimiento general.
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