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Bogotá, Colombia - América

Adrián Álvarez: “El mejor centro educativo es aquel que está encarnado en su comunidad y le da respuestas”

Adrián Álvarez El mejor centro educativo es aquel que está encarnado en su comunidad y le da respuestas

Por: Éxito Educativo.

En nuestro peregrinar por Iberoamérica seguimos entrevistando y conociendo a grandes líderes de la educación de la región. En esta ocasión llegamos a Argentina para dialogar con Adrián Héctor Álvarez, presidente del Consejo Superior de Educación Católica CONSUDEC y dirigente de la Acción Católica Argentina. Álvarez (57 años) es seglar con seis hijos, abogado por la Universidad de Buenos Aires (UBA) y profesor de enseñanza superior por el Instituto Nacional Superior de Profesorado Técnico de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN). Con él hablamos de la situación de la educación católica en el país , pero también de su ambicioso Pacto Educativo Argentino, formación de directivos, modelos de gestión, la comunidad educativa iberoamericana…

 

¿Cuáles son las principales iniciativas que está llevado a cabo CONSUDEC en el ámbito educativo?

La mayor propuesta que estamos trabajando, junto con la Comisión de Educación del Episcopado, es el Pacto Educativo Argentino en el marco del Pacto Global educativo que el Papa ha convocado, pero también a 20 años de lo que fue el diálogo ciudadano que se inició en Argentina en una época de muchas crisis, en 2001, 2002… una crisis económica donde la Iglesia sirvió la mesa para que todos se pudiera sentar y dialogar. Lo que hemos hecho ahora es convocar, desde la Comisión de Educación, a un diálogo a todos aquellos que quieran poner sobre la mesa y sobre la agenda, la educación como política de Estado en la Argentina. Todo esto lo estamos llevando adelante en conjunto con la Federación de Instituciones Educativas Religiosas de la Argentina, es una convocatoria abierta a estudiantes, docentes, padres, académicos y funcionarios, los vamos sentando a la mesa en grupos reducidos para poder generar el diálogo a partir de una agenda común en la que vamos trabajando en una serie de encuentros a lo largo de todo el país y donde vamos recabando las opiniones de todos. Ahora estamos trabajando en un documento de síntesis de los primeros acuerdos y la idea es presentar este primer documento de acuerdos y de propuestas a las próximas autoridades de la Argentina. Ustedes saben que nosotros estamos en elecciones ahora a nivel de Presidencia, pero también a nivel legislatura. La idea nuestra es que esto tenga algún reflejo en la legislatura, en el Congreso. O sea, que tenga fuerza de ley en muchas cosas, porque esto también es lo que le da continuidad a una política de Estado, que no sea coyuntural del Gobierno de turno, más allá de que obviamente debe implementarlo un Gobierno en particular.

 

¿Y qué acogida ha tenido esta propuesta entre los políticos?

La verdad es que hemos tenido muy buen eco. El primero de los encuentros lo hicimos con exministros de Educación de la Nación. Convocamos de todos los partidos y la verdad es que hubo mucho consenso en muchas cuestiones generales. Obviamente después el problema está en cómo se implementan estas políticas, pero bueno, esa es la segunda etapa. Por lo menos hay mucho consenso. De hecho, yo he participado ahora en la semana social que se ha realizado en la localidad de Mar del Plata, en la provincia de Buenos Aires, un encuentro que realiza todos los años la Comisión de Pastoral Social del Episcopado y el tema educativo ha sido central. Nosotros vivimos este año 40 años del retorno a la democracia y hemos revisado un poco las deudas y los logros de este tiempo, junto con los 10 años del papado de Francisco, muchos festejos juntos, y la verdad es que el tema educativo ha estado presente y ha habido mucho acuerdo.

 

¿En qué situación se encuentra la educación sostenida por fondos públicos?

El tema del aporte gubernamental en la Argentina a las escuelas es un tema que, si bien hay quienes se oponen, más por cuestión ideológica que otra cosa, es una realidad fuerte. El 30% de la educación en la Argentina es de gestión privada y, de ese 30%, mucha es confesional católica. En la Ciudad de Buenos Aires, el 50% de la matrícula es de gestión privada y, de ese 50%, más del 90% es católica. Es una realidad fuerte y tiene que ver con asegurar el derecho del padre a elegir.

El sistema de aporte en la Argentina está dirigido a asegurar a los padres el derecho de elegir la educación para sus hijos. En algunos otros lados, a veces también de Latinoamérica, la elección solamente es de los que más tienen. En la Argentina, no es así, pues el aporte asegura que los que menos tienen también puede elegir la educación confesional para sus hijos o no confesional, porque el sistema de aporte no solamente es por un tema confesional, es un tema de sus convicciones. La verdad es que es un sistema de derechos en la que el Estado asegura al padre el derecho a elegir.

Muchas escuelas nuestras están en lugares donde el Estado no está o donde la población es de alta desventaja social y, entonces, la educación católica está presente ahí, dando respuesta a esa realidad, en muchos lugares, no solamente en las ciudades, sino también en el interior del país. Hay escuelas que obviamente son sustentadas en forma solidaria por las otras, pero la verdad es que el sistema de aporte permite esto, una elección de derechos. Aunque no es menos cierto que en Argentina la educación estatal es fuerte y ha sido también igualadora de derechos.

 

¿Cómo viven desde CONSUDEC respecto a la creciente secularización de la sociedad? ¿Qué impacto ha tenido contar por primera vez con un Papa hispanoamericano y argentino?

Creo que la situación no es uniforme en la Argentina. Sí, claro, una cosa son las grandes ciudades y otra cosa es el interior del país. Ahora sí, en todos lados el argentino es un hombre, una mujer, de fuerte religiosidad popular y esto lo tenemos que agradecer a la Madre, pues Argentina es un país Mariano. La verdad es que somos agradecidos a la Virgen de nuestra fe cristiana, sobre todo en el interior del país. Argentina tiene una peregrinación muy fuerte juvenil al santuario de la Virgen de Luján, donde se juntan más de un millón de personas caminando y haya otras en todo el país (Itatí, del Valle, Sumampa, del Milagro y tantas otras advocaciones).

Es cierto que desde lo civil hay un secularismo reinante. Sí, para nosotros es un gran desafío para inculturizar la fe. Creo que es muy importante que nuestra gente asuma esos compromisos, también en lo político, que eso también esté. Hay una relación con los Estados, hay una tensión pues es una fuerte mirada estatista de la educación de gestión privada en muchos casos. Pero también hay un respeto pues la educación entró en Argentina, y en gran parte del mundo, por la Iglesia.

 

¿Y cómo es la relación con otras religiones?

Argentina es un país con mucha relación interreligiosa, tenemos muy buena relación con las otras religiones, con la religión judía, con la evangélica, las otras religiones cristianas, con los musulmanes. Argentina es realmente un lugar de diálogo interreligioso. El Papa sabe mucho de eso porque Buenos Aires en un lugar muy fuerte de dialogo religioso, pero no solamente Buenos Aires, hay otras regiones del país donde el diálogo interreligioso es realmente una presencia real. La verdad es que respetamos las diferencias y trabajamos en las cuestiones comunes y hay muchas asociaciones e instituciones en las que trabajamos cuestiones conjuntas.

 

Uno de los ejes centrales de su labor también está en la organización del Curso de Rectores que este año cumplió su 59º edición. ¿Qué ofrecen a sus directivos y en qué áreas de la gestión ponen mayor interés?

El Curso de Rectores es una marca registrada, aunque ya de rectores tiene poco porque es que se ha ampliado no solamente a los rectores, sino a directivos, a docentes, a representantes legales, y la verdad es que siempre ha sido el inicio del año para poder impulsar las líneas de trabajo y esto después es replicado en cada provincia por los consejos provinciales. Este año no solamente hemos hecho el curso de rectores, sino que además lo hemos regionalizado. En vez de hacer un único curso centralizado, los costos de viaje en la Argentina son altos, lo hemos regionalizado en cuatro lugares distintos. En la ciudad de Buenos Aires, en la ciudad de Mendoza, en la zona oeste del país, la zona centro en Córdoba y la zona del litoral y noreste, en la localidad de Posadas. La verdad es que con mucha aceptación porque esto ha permitido que más gente pudiese participar y después hemos replicado una experiencia más en el sur del país, en Bahía Blanca. Obviamente el eje siempre ha sido en estos últimos años cómo trabajar, cómo bajar al aula, realmente el Pacto Educativo. Entonces cada región ha tomado uno o dos desafíos, lo ha profundizado y esto también lo hemos filmado y hemos permitido que otros también participen de la reflexión en otras regiones del país.

Otras acciones que hacemos es acompañar las acciones que hacen las provincias, cada provincia tiene su Consejo, del cual participa de CONSUDEC. Aquí nosotros trabajamos con ellos aportando y acompañando el desarrollo que ellos hacen y realizamos algunas capacitaciones más generales, de mirada más nacional. Por ejemplo, hemos estado trabajando con los directivos de cada nivel a partir de los desafíos que se presentan en cada etapa educativa. Hoy estamos haciendo todo un proceso de capacitación a lo largo del año, hemos empezado primero con unas reuniones de reflexión junto con los directivos de cada nivel y en una segunda etapa vamos a profundizar sobre estos desafíos, estamos iniciando con una formación de representantes legales sobre el rol y el perfil de cada uno de ellos y estamos trabajando también con la Universidad Católica para lanzar una formación ejecutiva sobre liderazgo educativo, no solamente pensando en el directivo escolar, sino también con la mirada en el sistema educativo. La verdad es que venimos impulsando distintas propuestas y después también impulsamos acciones que hacen otros que nos parecen que son importantes promover y profundizar como desafíos actuales, hablamos por ejemplo de cómo trabajamos con la inteligencia artificial hoy en nuestras aulas, también tenemos una publicación digital donde también proponemos temas para la reflexión y convocamos a distintos expertos.

 

¿Cómo ven la dicotomía entre el perfil de director de centro? ¿más pedagógico o más gerencial? ¿Qué faceta debería primar? 

Yo creo que el modelo nuestro tiene que ver con volver a mirar la escuela desde lo pastoral. La pastoral debería ser el modelo de gestión de nuestras escuelas, pues muchas veces termina siendo una pastoral de eventos, porque aquí se hacen los sacramentos, porque aquí festejamos el Pentecostés, porque hacemos el campamento, porque hacemos retiros… y la verdad es que nuestra escuela es católica porque su ideario es católico, porque vivimos la fe. Entonces la forma de gestionar la escuela tiene que ser la pastoral. Esta debe ser un modo de gestión que atraviese todas las dimensiones de la escuela, la pedagógica, la administrativa… y no solamente la pastoral.

Este es el modelo de gestión que estamos impulsando. Un modelo de gestión donde el representante legal no sea el contador o el abogado que ve las partes legales y administrativas solamente, sino que entienda que lo que está coordinando es una escuela y que esta escuela tiene que tener una mirada de pastoral y que forme un equipo con el equipo directivo, con coordinador de pastoral, con los docentes.

 

La bajada de la natalidad comienza también a preocupar por aquellas latitudes y la comunicación y el marketing cobran cada vez más importancia. ¿Cómo lo viven en Argentina?

Hay una realidad que recién empieza a impactar, sobre todo en las ciudades capitales de provincia, que es el nivel inicial por la baja de natalidad. En los últimos años han nacido 600.000 niños menos en Argentina. Entonces, claro, esto redunda necesariamente en repensar el esquema en el cual yo había crecido como escuela y pensar en dónde poner los esfuerzos. Hay que pensar en salir de la coyuntura y pensar a largo plazo. La idea no es cómo hago para sustentar lo que tengo, sino qué proyectos necesito tener para dar respuesta a la realidad.

Repensarse como institución, porque esto es una realidad, por más que yo genere más marketing, puedo captar más, pero siempre vamos a pescar en la misma pecera donde cada vez hay menos peces. También tenemos que trabajar de forma conjunta, porque una cosa que, a veces, sucede en la Argentina como en el resto de la Iglesia, es que no vivimos como comunidad. Vivimos como compartimentos estancos y parece que competimos entre nosotros mismos, cuando la verdad es que la idea es ver cómo hacer para trabajar juntos y fortalecernos en aquellas cosas en las que somos fuertes. No solo entre los colegios de la Iglesia, también con los del mismo Estado. Hay que pensarse, no como la competencia, sino como la complementariedad, entonces hay que ver qué puedo dar yo mejor y cómo yo te puedo reforzar lo tuyo y cómo tú me puedes reforzar. Ese es el gran desafío ante esta realidad.

 

Desde ÉXITO EDUCATIVO tenemos el objetivo de promover las relaciones entre la comunidad educativa iberoamericana, ¿qué visión tiene de la relación entre países de Iberoamérica y sus centros católicos?

Nosotros tenemos que pensarnos como cuerpo, esta mirada de San Pablo del cuerpo místico de Cristo a veces no la tenemos tan presente en lo diario. Esto de que tú puedes aportarme esto y yo no tengo por qué ser lo que tú eres, sino yo puedo aportarte esto otro y lo que hacemos juntos es lo que hace que esto sea más rico. La diversidad es riqueza. Me parece que el trabajar en comunidad claramente habla de esto, habla de la unidad en la diversidad. Entonces me parece que esto es lo importante, cada cual tiene sus características, indudablemente no todo es traspasable. Argentina tiene una realidad muy particular que a veces ni siquiera es similar a otros países de Latinoamérica o España, pero esto no significa que no podamos aprender el uno de otro y me parece que esto es clave. Si no trabajamos en comunidad lo que vamos a hacer es disminuir nuestras fuerzas, porque nuestra mayor fortaleza es justamente ser comunidad, es ser familia, porque eso nos da una mirada más amplia y completa de la realidad. Esto me permite escuchar otras voces y también me permite, y esto parece paradójico, copiarse, porque yo quiero aprender del otro para copiarme lo bueno y reformularlo. Entonces organismos como CIEC nos permiten generar trabajo conjunto, lo que nos hace es facilitar una mirada más amplia. En un mundo que es globalizado no se puede tener una mirada parcial y esta mirada amplia se construye con muchas voces.

 

Finalmente, ¿cómo cree que debería ser el mejor centro educativo del mundo?

El mejor centro educativo del mundo es aquel que le da respuesta a la realidad donde está inserto, aquel que educa en ese contexto. El que da respuesta a esos jóvenes, a esos niños y esas familias que confían en ese centro educativo. La respuesta, en nuestro caso desde la fe, pero también siendo escuela, desde los contenidos, desde las habilidades, desde las competencias que debe formar para este mundo, pero no un mundo ideal, sino un mundo concreto al que hoy deben enfrentarse esos jóvenes, esas familias, esos niños. Yo pienso que el mejor centro educativo es aquel que está encarnado en su comunidad y le da respuestas.

Fuente: Éxito Educativo.

 

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