Oscar A. Pérez Sayago
Secretario General
Confederación Interamericana de Educación Católica
El Papa Francisco afirma que no será posible una nueva educación sin la activación, por parte de todos, de un triple coraje: en primer lugar, el coraje de poner a la persona en el centro; en segundo lugar, el coraje de invertir las mejores energías con creatividad y responsabilidad; en tercer y último lugar, el coraje de formar personas dispuestas a ponerse al servicio de la comunidad. (Instrumentum laboris, La Misión: 1. Educación y sociedad).
1er Punto: La persona en el centro
Especificando el primer punto, es decir el coraje de poner en el centro a la persona: Para esto se requiere firmar un pacto que anime los procesos educativos formales e informales, que no pueden ignorar que todo en el mundo está íntimamente conectado y que se necesita encontrar – a partir de una sana antropología – otros modos de entender la economía, la política, el crecimiento y el progreso. En un itinerario de ecología integral, se debe poner en el centro el valor propio de cada criatura, en relación con las personas y con la realidad que la circunda, y se propone un estilo de vida que rechace la cultura del descarte. (Mensaje para el lanzamiento del Pacto Educativo). (Instrumentum laboris. La Misión: 1. Educación y sociedad).
Dicha aldea debe poner a la persona en el centro, favorecer la creatividad y la responsabilidad para unos proyectos de larga duración y formar personas disponibles para ponerse al servicio de la comunidad. (Discurso al Cuerpo Diplomático con motivo del Año Nuevo, 09/01/20).
Hoy en día, en la perspectiva de la construcción de una aldea global de la educación, este principio recibe un renovado impulso, convirtiéndose en cierto sentido en el verdadero punto de llegada de todo proceso educativo exitoso. Es precisamente la voluntad de ponerse al servicio de la fraternidad que consagra la plena realización de la humanidad que es común a todos. En efecto, fuimos creados no sólo para vivir con los demás, sino también para vivir al servicio de los demás, en una reciprocidad salvadora y enriquecedora. (Instrumentum laboris, El Proyecto: 3. La fraternidad originaria).
Debemos hacer que esta aldea haga que crezca en toda la consciencia de lo que une a las personas y todos los componentes de la persona; el estudio y la vida; las generaciones; los maestros y los estudiantes; la familia y la sociedad civil con sus expresiones políticas, productivas, empresariales y solidarias. (Videomensaje en el lanzamiento del Pacto Educativo, 12/09/19).
Debemos hacer que en esta aldea nazca una convergencia global para una alianza entre los habitantes de la Tierra y la casa común, para que la educación sea creadora de paz, de justicia, de acogida entre todos los pueblos de la familia humana además de diálogo entre sus religiones. Una aldea universal, pero también una aldea personal, de cada uno. (Videomensaje en el lanzamiento del Pacto Educativo, 12/09/19).
2do. Punto: Invertir las mejores energías
Según el papa Francisco, el segundo paso audaz hacia un nuevo pacto formativo consiste en tener la fuerza, como comunidad (eclesial, social, asociativa, política), para ofrecer a la educación las mejores energías disponibles. Es evidente que se trata de una decisión audaz porque cada decisión implica favorecer un aspecto para poner otro en segundo plano. (Instrumentum laboris. La Misión: 2. La mañana exige lo mejor de hoy).
¿Cuántas realidades en la actualidad ponen lo mejor que tienen al servicio de los jóvenes? Si se piensa en la mayoría de las sociedades actuales, se puede ver claramente cómo las fuerzas más creativas y proactivas se ponen al servicio de la producción y del mercado. Los mejores jóvenes graduados y las mentes más brillantes suelen trabajar en grandes empresas orientadas a las ganancias, no tanto a la búsqueda del bien común. (Instrumentum laboris. La Misión: 2. La mañana exige lo mejor de hoy).
Se necesita, entonces, el coraje de hacer un verdadero cambio radical de dirección: la inversión – dada la situación presentada – es urgente, porque sólo a través de la educación podemos esperar de manera realista un cambio positivo en la planificación a largo plazo. Lo que será tiene que tener lo mejor de lo que hay ahora. Quien vendrá tiene derecho a tener lo mejor de quien está hoy. (Instrumentum laboris. La Misión: 2. La mañana exige lo mejor de hoy).
3er. Punto: Formarse para servir
El tercer acto de coraje requerido por el papa Francisco es formar personas dispuestas a ponerse al servicio de la comunidad. Tal indicación, en verdad, pone en luz justamente un elemento verdaderamente decisivo en cada gesto educativo: ningún educador logra el pleno éxito de su acción educativa si no se compromete a formar y a configurar, en aquellos que le han sido confiados, una plena y verdadera responsabilidad al servicio de los demás, de todos los demás, de toda la comunidad humana, comenzando por los que presentan una mayor situación de fatiga y de desafío. El verdadero servicio de la educación es la educación al servicio. (Instrumentum laboris. La Misión: 3. Educar para servir, educar es servir).
Por otra parte, la investigación educativa también reconoce siempre con mayor claridad la dimensión central del servicio a los demás y a la comunidad como instrumento y como fin de la propia educación; pensemos, por ejemplo, en el gran desarrollo de la didáctica de Service Learning. Este tipo de investigación está mostrando cómo el servicio puede ser no sólo una actividad educativa entre otras (la importancia del voluntariado en la formación de los jóvenes es bien reconocida), sino más radicalmente cómo puede convertirse en el método fundamental a través del cual todos los conocimientos y habilidades pueden ser transmitidos y adquiridos. Podemos señalar este proceso como un desarrollo desde una educación al servicio hacia una educación como servicio, según la cual el prójimo es tanto la vía como la meta del camino de la educación. (Instrumentum laboris, La Misión. 3. Educar para servir, educar es servir).