“En tiempos de incertidumbre y constantes cambios, la educación y la pastoral se convierten en herramientas cruciales para afrontar los desafíos del mundo actual”. Con esta afirmación inició su intervención en el VII Encuentro Interamericano de Pastoral Educativa Mons. Alberto Lorenzelli, obispo auxiliar de Santiago de Chile y Vicario Episcopal para el clero.
Al referirse a la teoría del caos –al inicio de su intervención–, para abordar los marcos teóricos para entender la crisis actual del mundo, el obispo señaló que “el cambio climático, la pandemia mundial o el aumento de la desigualdad en el mundo y en nuestro continente, son solo algunos ejemplos que pueden ser entendidos a través de esta teoría”.
Su disertación se centró en el papel de la educación y la pastoral como “pilares fundamentales para comprender y afrontar la vida socio cultural actual”. “Desde la educación, es fundamental desarrollar una mirada crítica y reflexiva, que permita analizar la realidad desde diferentes perspectivas y construir nuevos paradigmas que permitan la transformación social (…). Desde la pastoral encontramos una óptica fundamental en la comprensión de la realidad, pero sobre todo, encontramos en la fe no sólo respuestas de horizonte explicativo sino guía y acción para enfrentarlos”, dijo el prelado.
Reconstruir el futuro
Enseguida, Mons. Lorenzelli evocó las enseñanzas del Obispo de Roma en torno al Pacto Educativo Global, señalando que “en sus intervenciones sobre los temas educativos, el Papa Francisco destaca los grandes desafíos a los que hay que responder para reconstruir el futuro”. Por eso, “la invitación del Papa con este mosaico de principios y sugerencias nos lleva a comprometernos frente a las generaciones jóvenes para que se tornen en protagonistas de una civilización de la armonía y comunión”.
Con esta premisa, el salesiano detalló cuatro profundas fracturas presentes en el contexto actual y que, a su vez, desafían a la pastoral educativa: (1) la fractura que separa la realidad de la trascendencia; (2) la crisis de la familia; (3) la fractura horizontal entre generaciones y sujetos diferentes; (3) y la fractura entre el hombre, la sociedad, la naturaleza y el medio ambiente.
Para responder a estas fracturas, Mons. Lorenzelli recordó que “la política es un ámbito fundamental para el desarrollo del bien común”, al tiempo que señaló tres ejes fundamentales presentes en los mensajes del Papa Francisco con relación al Pacto Educativo Global: (1) poner en el centro a la persona; (2) invertir las mejores energías con creatividad y responsabilidad; y (3) formar personas disponibles que se pongan al servicio de la comunidad.
Poner en práctica el Pacto Educativo Global
Concretamente, el prelado señaló algunos campos de aplicación específicos de los contenidos del Pacto Educativo Global: (1) dignidad y derechos humanos; (2) fraternidad y cooperación; (3) tecnologías y ecología integral; (4) paz y ciudadanía; y (5) culturas y religiones.
“Educamos evangelizando y evangelizamos educando”, apostilló el educador salesiano al final de su intervención, con una invitación a “seguir soñando juntos”, y recordando que “escuchar, transmitir, construir juntos son orientaciones metodológicas que ponen en el centro a la persona que hay que formar y a la que hay que facilitar el itinerario de crecimiento y de maduración”.
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