Follow Us On
asistente@ciec.edu.co. +57 (601) 2450255. +57 3105981330.
Bogotá, Colombia - América

EMILCE CUDA, LA MUJER DETRÁS DE LA CAMPAÑA “UNIDOS CON EL PAPA, REZAMOS POR LA PAZ”

Emilce Cuda

En las últimas semanas los transeúntes han podido apreciar, en distintos puntos de Bogotá y Medellín, una particular valla publicitaria en la que se aprecia la imagen del Papa Francisco con una paloma y la frase: “Unidos con el Papa, recemos por la paz”.“El Papa Francisco es el Papa del pueblo, el Papa amigo, el Papa que habla en un lenguaje que todos entienden”. Así describe Emilce Cuda, de manera espontánea, al pontífice latinoamericano.

Al igual que el Obispo de Roma, Emilce nació en Buenos Aires (Argentina). Fue la primera mujer laica en recibir el título de doctora en teología moral social por la Pontificia Universidad Católica de Argentina, y desde el 18 de febrero de 2022 el Papa la nombró secretaria de la Pontificia Comisión para América Latina (PCAL), en el Vaticano –misión que comparte con el filósofo mexicano Rodrigo Guerra–, constituyéndose en la primera mujer latinoamericana en ocupar un cargo de muy alto nivel y capacidad de decisión en la estructura del Vaticano.

Entre sus colegas teólogas y teólogos, Emilce es reconocida por su amplio y profundo conocimiento del pensamiento de Jorge Mario Bergoglio. De ello da fe una de sus últimas obras publicada en español y en italiano: Para leer a Francisco. Teología, ética política (Ediciones Manantial, 2017; Bollati Boringhieri, 2018), así como su fecunda trayectoria académica. Se ha desempeñado como docente-investigadora en la misma Pontificia Universidad Católica de Argentina (2010 – 2018), en St. Thomas University de Texas (2020 – 2022), en la Universidad de Buenos Aires (2017 – 2021), y, más recientemente, en Loyola University Chicago.

Asimismo, ha sido profesora invitada en algunas universidades de los Estados Unidos, como Boston College (2016) Northwestern University (2011) y De Paul University (2019). Además, desde hace varios años está vinculada a la Comisión Católica Internacional de Migración, al grupo de Ética Teológica Católica en la Iglesia Mundial, y al comité científico de la Revista Iberoamericana de Teología de México.

En el Vaticano también hace parte de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales y de la Pontificia Academia Pro-Vita, en calidad de miembro, al tiempo que mantiene estrechos vínculos con el Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), como consejera del Centro de Formación Cebitepal (Centro Bíblico Teológico Pastoral para América Latina y el Caribe), que recientemente organizó el Congreso latinoamericano y caribeño ‘La Iglesia al servicio de la paz’, en Bogotá, donde Cuda pronunció la conferencia inaugural bajo el título: La fraternidad como horizonte en la construcción de la paz.

 

‘Para el catolicismo la paz es paz social’

 “Para el catolicismo la paz es paz social”. En estos términos, y sin titubear, sintetizó su intervención en el Congreso –en el que también disertaron reconocidos líderes católicos que han participado o participan en procesos de paz, como el jesuita Francisco de Roux, el Nobel de Paz argentino Adolfo Pérez Esquivel; y monseñor Héctor Fabio Henao, actual representante de la Iglesia colombiana en la mesa de diálogo del Gobierno con el ELN–.

Para la teóloga argentina, “quienes más quieren la paz son los pobres, los descartados, los trabajadores sin trabajo”, y son ellos, precisamente, los que “quisieron expresar su amor al Papa, su reconocimiento y todas las esperanzas que ponen en él”, a través de una campaña de alcance internacional, que les permitiera ‘callejear’ su cariño y cercanía por el pontífice argentino, con motivo del décimo aniversario de su elección como Sucesor de Pedro.

Emilce se refiere a la campaña comunicativa: ‘Unidos con el Papa, rezamos por la paz’ que bajo formato ATL –como se conoce en el mundo de la publicidad–, ha inundado desde inicios de marzo las principales calles de algunas de las grandes ciudades del continente en Argentina (Buenos Aires, Córdoba, La Plata, Mendoza, Rosario y Tucumán); Brasil (São Paulo, Río de Janeiro, Salvador de Bahía, Fortaleza, Curitiba y Porto Alegre); Bolivia (La Paz); Colombia (Bogotá y Medellín); Costa Rica (San José); República Dominicana (Santo Domingo); Ecuador (Guayaquil y Quito); México (Ciudad de México); Paraguay (Asunción); Perú (Lima); Portugal (Lisboa); y Uruguay (Montevideo).

En total fueron intervenidos 221 puntos de contacto en 12 países, mediante vallas de gran tamaño que fueron dispuestas a lo largo de vías principales, estaciones de tren, puertos fluviales y aeropuertos, transmitiendo un mismo mensaje de unidad con el Papa y de oración por la paz, porque, como afirma la teóloga argentina,

En Bogotá, por ejemplo, las vallas se ubicaron en diversos puntos de la ciudad: en la autopista norte con calle 100; en la avenida 19 con calle 127; en la glorieta de la carrera 15 con calle 100; frente al Centro Comercial Unicentro; en la autopista norte a la altura de la calle 128 y cerca del Centro Comercial Santa Fe; en la avenida El Dorado con carrera 96 –cerca del aeropuerto–; en la avenida Suba con calle 127; y en la carrera 68 con calle 66 –junto a la Cruz Roja Colombiana–.

Una expresión popular y callejera

“Curiosamente, es un Papa que siempre nos pide que recemos por él, pero esta vez el pueblo decide rezar con él por la paz, rezar junto al Santo Padre por la paz”, comenta la secretaria de la PCAL, quien siempre ha permanecido en contacto con los movimientos populares –los mismos con los que el Papa se ha reunido, a nivel mundial, en cuatro oportunidades–, detallando que su deseo era “expresarlo en la vía pública, pues ellos ven esos carteles durante las horas que tardan en llegar a sus puestos de trabajo, y ahí es como ayudamos a toda esa expresión popular… por esa paz que tanto anhelan, que es paz social, una paz que se garantiza con trabajo digno, con salud, con educación, con tierra, techo y trabajo”.

“Quienes más quieren la paz son los pobres, los descartados, los trabajadores sin trabajo, ellos quisieron expresar su amor al Papa, su reconocimiento y todas las esperanzas que ponen en él”.

Se trata, entonces, de “un regalo hermoso y enorme del pueblo latinoamericano”, subraya Cuda, “en el que una vez que acogimos el deseo de las comunidades de las periferias, comenzamos a sumar esfuerzos y sinergias con el apoyo de Signis ALC, que es la Asociación Católica Latinoamericana y Caribeña de comunicación; luego gestionamos la donación de los espacios para la campaña y fue entonces cuando contamos con la vinculación y la gratuidad de diferentes empresas publicitarias en Latinoamérica y en Portugal, a través de la Asociación Latinoamericana de Out of Home (ALOOH)”. Entre las empresas que se sumaron a la iniciativa se encuentran Ampe, en México; Asomedios, en Colombia; Central de Outdoor, en Brasil; ASPPE y AMM, en Perú; y Ape y la Cámara, en Argentina.

Dos detalles adicionales: la imagen de la campaña corresponde al repositorio de Vatican Media y contó con el aval del Dicasterio para la Comunicación del Vaticano; asimismo, el eslogan ‘Unidos con el Papa rezamos por la paz’ fue pensado y acordado de modo colectivo.

¿El Papa tuvo conocimiento de todo esto?, me atrevo a preguntarle. “Yo conversé con él de este tema y le gustó mucho; de hecho me expresó que su deseo, para este décimo aniversario de su pontificado, era que juntos con él rezáramos por la paz”, respondió Emilce Cuda, quien está convencida que “el Papa Francisco hoy es el líder indiscutible, a nivel mundial, de la paz”.

“El Papa no se deja poner agenda, no cree que una guerra sea más importante que otras, y conoce muy bien las guerras de todos los continentes… que están tratando de conquistar nuestras riquezas naturales y culturales, y que están dejando en la calle a tantas personas, a tantos pueblos que migran en condiciones espantosas”, apostilla la teóloga argentina.

 

Las mujeres en el Vaticano

Antes de despedirnos no puedo evitar preguntarle por su rol en una de las instancias de decisión del Vaticano, como lo es la PCAL, y hasta qué punto se ha avanzado en el reconocimiento del liderazgo de la mujer en la Iglesia católica –un tema que, por su densidad, deberá abordarse en otra entrevista–.

Cuando indago por este asunto tengo presente el informe de la Santa Sede del pasado mes de marzo, donde se afirmaba que más del 24% de las personas que trabajan en la curia romana son mujeres, a diferencia de hace diez años, cuando el 17,6% del personal eran mujeres. De igual forma, las mujeres con roles de liderazgo en la curia se han triplicado en el transcurso de la última década.

“En varias oportunidades he dicho que hay muchísimas mujeres trabajando en la Iglesia, incluso en el Vaticano”, asevera con firmeza, reconociendo, sin embargo, que “por lo general estos roles y estos puestos están invisibilizados”.

“Por lo tanto, estos cargos altos y de gran visibilidad y de decisión, como el de sor Alessandra Smerilli, que es la Secretaria del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, y el mío, como secretaria de la PCAL, siempre nos dan la oportunidad de reivindicar a nuestras compañeras”, asegura.

“En el fondo se trata de un acto concreto del Papa, que nos ha dado un nombramiento pontificio que nos acredita y legitima, de cara al resto de la Iglesia”, concluye, agregando que “el hecho que el Papa nombre mujeres en lugares de decisión en el Vaticano, es un gesto para que en las conferencias episcopales, las diócesis y las parroquias también se nombren mujeres en puestos de decisión. Se espera que todo esto, así como ocurre con su Magisterio, tenga un eco a nivel local”, concluye.

 

Related Posts