La revolución digital ha cambiado nuestras vidas: cómo trabajamos, cómo compramos, cómo nos divertimos y cómo conocemos gente. Este proceso de cambio está por acelerarse con las aplicaciones de inteligencia artificial en todos los sectores económicos. La educación es el último gran sector por digitalizarse y ahora se enfrenta al reto del impacto de la inteligencia artificial.
Durante el IFE Conference, congreso internacional de innovación educativa llevado a cabo el pasado 23, 24 y 25 de enero de 2024, varios profesionales pertenecientes al campo educativo analizaron el panorama actual de la educación. La discusión general abordó el uso e influencia de la inteligencia artificial, lo cual dio visibilidad a temas que tratándose de cualquier tecnología son importantes.
A diferencia de otros sectores económicos, la inteligencia artificial impacta el sector educativo de dos maneras: lo que enseñamos y cómo lo enseñamos. En el primero debemos anticipar cómo se utilizará la IA en el futuro del trabajo de nuestros estudiantes para, desde hoy, efectuar los cambios que tenemos que realizar en lo que enseñamos (el currículum). ¿Cuáles son las competencias que ya no tendrán sentido en el futuro? ¿Cuáles seguirán vigentes pero perderán importancia? ¿Cuáles debemos incorporar? Debemos anticipar respuestas a estas preguntas y mantenernos alerta para ir entendiendo cómo la inteligencia artificial va afectando a cada una de las profesiones y disciplinas.
El segundo cambio que introduce la inteligencia artificial es en cómo enseñamos, es decir, en el corazón de los procesos educativos. La IA mejorará los procesos de enseñanza-aprendizaje. Ésta permitirá entender mejor a nuestros estudiantes para ofrecerles experiencias de aprendizaje personalizado, ayudará a los docentes a preparar su planes y materiales de clase, permitirá automatizar las evaluaciones, detectar estudiantes en riesgo de reprobación para intervenir a tiempo y entender mejor las demandas de competencias de la sociedad, industria y negocios.
Dicen que no hay rosa sin espinas, el uso extensivo de la IA ha planteado preocupaciones sobre equidad, inclusión, ética y privacidad. En el sensible campo de la educación, las preocupaciones giran en torno a mantener la integridad académica, promover la equidad para todos los estudiantes independientemente de sus orígenes, prevenir la exclusión y el sesgo algorítmico y salvaguardar la privacidad de los datos.
El éxito del uso de la inteligencia artificial en educación demanda de nosotros los docentes, entender mejor su funcionamiento y sus limitaciones. De atrevernos a usarla en nuestras disciplinas: ingeniería, medicina, negocios, entre otras, pero también de comprender cómo podemos utilizarlas para beneficio de nuestros estudiantes en los procesos de enseñanza-aprendizaje. Es importante no perder la brújula y recordar que buscamos más y mejores aprendizajes, más acceso para todos, más inclusión y programas más pertinentes para las necesidades de la sociedad.
Controlar la aparición y el impacto de nuevas tecnologías no es posible, pero contar con una formación que priorice estos temas en las instituciones educativas, sentará una base en donde sin importar la tecnología se seguirá innovando y aprendiendo.