Los rumores en un colegio pueden erosionar la confianza, afectar el clima laboral y, en el peor de los casos, influir negativamente en la toma de decisiones de la dirección.
Un directivo que se deja llevar por habladurías no solo pone en riesgo la estabilidad de la institución, sino que también compromete su liderazgo y la credibilidad ante la comunidad educativa.
Estrategias efectivas para frenar y prevenir los rumores
Un líder escolar debe manejar los rumores con determinación y profesionalismo, evitando que influyan en la toma de decisiones. Aquí algunos consejos:
1. Cortar de raíz cualquier rumor
Cuando un colaborador acuda con un chisme, la dirección debe frenar la conversación de inmediato. Es recomendable hacer preguntas directas: ¿Tienes pruebas? ¿Esto lo has verificado? Si la persona no tiene información objetiva, lo mejor es dejar claro que la escuela no se maneja con suposiciones.
2. Basarse en hechos verificables
Las decisiones deben tomarse únicamente con base en información concreta y comprobable. En ningún caso se debe sancionar o evaluar a personas, por lo que “se dice” en los pasillos. La dirección debe fomentar una cultura de evidencia y transparencia.
3. Promover una comunicación clara y abierta
Muchos rumores surgen por falta de información. La dirección debe implementar canales de comunicación efectivos: reuniones periódicas con el personal, boletines informativos y espacios de diálogo donde se resuelvan dudas. Si las personas sienten que tienen acceso a información confiable, se reduce la necesidad de especular.
4. Crear un protocolo para la resolución de conflictos
Es ideal establecer un proceso formal para tratar quejas y preocupaciones. Si alguien tiene una inquietud, debe saber a quién acudir y qué pasos seguir. Esto evita que las conversaciones informales sean la vía para tratar problemas serios.
5. Educar a la comunidad escolar sobre la ética profesional
Realizar capacitaciones sobre comunicación asertiva, ética laboral y trabajo en equipo ayuda a prevenir ambientes de chisme. Si el personal comprende el daño que pueden causar los rumores, será menos propenso a participar en ellos.
¿Qué hacer cuando el rumor es cierto?
Por otro lado, si el rumor tiene fundamentos reales, la dirección deberá gestionar cuidadosamente la información, respetando la confidencialidad y comunicando solo aquello que sea indispensable según la etapa en que se encuentre la situación, manteniendo así la confianza y estabilidad institucional.
Un liderazgo basado en la confianza
El director de un colegio es el pilar sobre el que se construye la confianza institucional. Permitir que los rumores guíen la toma de decisiones es una señal de debilidad en el liderazgo.
En cambio, cuando un directivo actúa con firmeza, transparencia y objetividad, fortalece la cohesión del equipo y proyecta una imagen sólida hacia la comunidad educativa.
Manejar rumores no significa ignorarlos, sino enfrentarlos con inteligencia y estrategia. Un colegio que fomenta la comunicación clara y un liderazgo basado en hechos, es un colegio donde las habladurías no tienen espacio para crecer.
Muchas gracias a Tomás Mayordomo Feliu por su aportación a este artículo.
Consultado en: https://www.linkedin.com/pulse/c%C3%B3mo-debe-actuar-la-direcci%C3%B3n-de-un-colegio-frente-rumores-chismes-pmf5c/ Fecha de consulta: 13/03/2025