Follow Us On
asistente@ciec.edu.co. +57 (601) 2450255. +57 3105981330.
Bogotá, Colombia - América

CIEC celebra su 62° asamblea general virtual

CIEC celebra su 62° asamblea general virtual

Al cumplir 80 años de servicio a la Escuela Católica de América, la CIEC celebra su 80° Asamblea General, donde participan miembros de 24 países de América y congregaciones religiosas dedicadas a la educación en el continente.

La Confederación Interamericana de Educación Católica – CIEC, tiene por objeto fundamental animar la evangelización de los pueblos de América a través de la educación, difundir y defender los grandes principios que conciernen a la organización y orientación de la educación católica, así como promover la comunión y solidaridad entre sus miembros y, en especial, frente a la población más vulnerable como es el caso de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Partimos de la conciencia y afirmación de que la educación católica participa de la misión misma de Jesús y de la Iglesia: su misión es evangelizar.

Para llevar a cabo su misión, el Secretario General quien actúa como representante legal de la institución presenta su INFORME DEL SECRETARIADO GENERAL 2024 y el informe de auditorio y transparencia de nuestra institución.

DESCARGAR MEMORIA DEL INFORME DEL SECRETARIADO GENERAL 2024

Agradecemos a todos los presentes que participaron y seguimos trabajando juntos en cumplir nuestros fines:

Para llevar a cabo su objeto fundamental, la CIEC tiene los siguientes fines:

  1. Recuperar con fuerza el campo específico de la evangelización en la escuela, a saber, el diálogo entre fe y cultura, hoy más necesario que nunca. Un diálogo que engloba una doble tarea. Por un lado, la de evangelizar la cultura y por otro, la de inculturar la fe.
  2. Redefinir la identidad de la escuela católica en el siglo XXI. Para ello puede dar una notable contribución el redescubrimiento de los documentos de la Congregación para la Educación Católica, junto a la experiencia acumulada a lo largo del tiempo en la enseñanza católica, ya sea por las congregaciones religiosas y/o escuelas diocesanas.
  3. Cuidar nuestra identidad significa que desde la escuela católica debemos humanizar y entretejer entre todos los seres humanos vínculos de fraternidad, de reconocimiento mutuo, de benevolencia incondicional hacia el otro.
  4. Atender de manera adecuada a los cargos directivos de nuestras escuelas, y formarlos para ejercer un verdadero liderazgo espiritual en cada escuela.
  5. Revisar y repensar nuestros proyectos educativos por medio de un impulso misionero valiente y audaz, de modo que llegue a ser una opción profética de pastoral educativa en nuestro continente.
  6. Promover los valores de la solidaridad, la justicia, y la dignidad, construir personas y formar ciudadanos, luchar por la equidad y las oportunidades para todos, nos lleva a promover el diálogo con las pedagogías contemporáneas como condición sine qua non para remozar nuestras propuestas y plantear los proyectos contextualizados y que respondan a los más sentidos anhelos de los estudiantes, niños, jóvenes o adultos, como de las sociedades y grupos humanos donde llevamos nuestra propuesta.
  7. Plantear una agenda común para la acción educativa en América que conlleve líneas y proyectos compartidos, redes robustas de reflexión, programas conjuntos, acuerdos curriculares, etc., es parte de una invitación, pero también de una estrategia para tener un sistema fuerte de educación que pueda impactar en el Continente.
  8. Trabajar en la búsqueda de indicadores que nos permitan evaluar que la educación que llamamos “integral” es de calidad reconocida y, por tanto, formalmente evaluada. No sobraría también preguntarnos cómo evaluamos la calidad de los procesos pastorales en nuestra propuesta educativa, amén que no se trata de mediciones al estilo de pruebas estandarizadas, sino de un examen crítico con referentes claros de la acción, reflexión e impacto de los procesos.
  9. Promover entre sus federaciones, asociados y escuelas católicas de América una educación para la alianza entre la humanidad y el ambiente. La conciencia de la gravedad de la crisis cultural y ecológica necesita traducirse en nuevos hábitos. Estos nuevos hábitos deberán invitarnos a crear una ciudadanía ecológica.
  10. Seguir empeñados en construir en nuestro continente un Pacto Educativo Global.

 

 

Related Posts