Oscar A. Pérez Sayago
El amor es la mayor fuerza que existe en el universo, en los seres vivos y entre nosotros los humanos. Porque el amor es una fuerza de atracción, de unión y de transformación. El amor es la expresión más alta de la vida, que siempre irradia y requiere cuidado, porque sin cuidado se enferma y muere.
El amor se orienta hacia siempre hacia el otro. Es una aventura abrahamánica, tiene que dejar su propia realidad e ir al encuentro de lo diferente, y establecer con ello una alianza, de amistad y amor.
El otro goza de un privilegio: permite surgir el ethos que ama. Lo vivieron Jesús y el paleocristianismo.
El paleocristianismo otorga centralidad absoluta al amor al otro que, para Jesús, es idéntico al amor de Dios. El amor es tan central que quien lo tiene lo tiene todo. Atestigua la sagrada convicción de que Dios es amor (1 Juan 4,8), que el amor viene de Dios (1 Juan 4,7) y que no morirá jamás (1 Corintios 13, 8). Y ese amor incondicional y universal incluye también al enemigo (lucas 6, 35). El ethos que ama se expresa en la regla dorada, presente en todas las tradiciones de la humanidad: ama al prójimo como a ti mismo; No hagas a otros lo que no quieres que te hagan a ti. El Papa Francisco ha rescatado al Jesús histórico: para él es más importante el amor y la misericordia que la doctrina o la disciplina.
Para el cristianismo, Dios mismo se convierte en otro por medio de la encarnación. Sin pasar por el otro, sin el otro más otro que es el hambriento, el pobre, el peregrino y el desnudo, n ose puede encontrar a Dios ni alcanzar la plenitud de la vida (Mateo 25, 31 – 46).
Ese amor es un solo movimiento, va hacia el otro, hacia todas las cosas y hacia Dios. Amar al otro es darle razón de existir. No hay razón para existir. El existir es pura gratuidad. Amar al otro es querer que exista porque el amor vuelve al otro más importante.
“La educación es un acto de amor” expresaba el Papa Francisco, por lo tanto, educar requiere amar, entender el amor y desarrollar vínculos saludables con los niños, niñas y jóvenes.