Por José Luis Fernández
Un reciente estudio realizado por un equipo de investigadores, entre los que se encuentra María Cerrato Lara, profesora de la Facultad de Humanidades y Ciencia Sociales de la Universidad Isabel I, ha revelado que aproximadamente el 44,7% de los niños de hasta 5 años en España utilizan smartphones o tablets diariamente.
Esta investigación, publicada en la Revista Latino-Americana Enfermagem, se centró en analizar los hábitos de uso de dispositivos electrónicos en la primera infancia, con el objetivo de identificar patrones y asociarlos a diferentes variables.
El estudio, realizado entre 410 padres de niños menores de 5 años, muestra que el tiempo promedio de uso de smartphones y tablets es de 30 minutos al día por dispositivo. Sin embargo, el uso de estas tecnologías en momentos inapropiados también se analizó: un 12,2% de los niños accede a estos dispositivos dentro de los 30 minutos posteriores al despertar, y un 14% los utiliza hasta una hora antes de dormir.
«Es preocupante que los niños tan pequeños estén utilizando dispositivos tan frecuentemente, sobre todo a primeras horas de la mañana y antes de acostarse», comentó María Cerrato. «El uso de pantallas en estos momentos puede afectar no solo al sueño, sino también al desarrollo emocional y cognitivo de los niños«, explicó la docente de la Universidad Isabel I.
El informe también destaca que el 75,4% de los niños utiliza aplicaciones de vídeo, y que el 36,1% de los padres tiene aplicaciones dedicadas exclusivamente para el entretenimiento o educación de sus hijos.
Sin embargo, la investigación subraya la importancia de que los padres y profesionales de la salud promuevan un uso más saludable de las pantallas, dado que el uso excesivo puede tener efectos negativos, como problemas de sueño, obesidad, y dificultades de atención.
Rol de los enfermeros
Los investigadores sugieren que los profesionales de la salud, especialmente los enfermeros en Atención Primaria podrían jugar un papel fundamental en la promoción de prácticas saludables sobre el uso de dispositivos. María Cerrato afirmó que «la enfermería comunitaria es una herramienta eficaz para educar a las familias sobre el uso responsable de las pantallas, promoviendo la salud y el bienestar infantil.»
El equipo de investigación subraya la creciente preocupación sobre el impacto del uso de dispositivos electrónicos en la salud de los más pequeños y la necesidad de establecer pautas claras para su uso, adaptadas a la edad y necesidades de los niños.
El uso de móviles y tablets por menores de cinco años presenta una serie de problemas que pueden afectar su desarrollo físico, mental, social y emocional. El uso excesivo puede dificultar la capacidad de concentración, ya que los dispositivos ofrecen estímulos rápidos y constantes.
De igual modo, pasar más tiempo frente a pantallas puede reducir las interacciones verbales con adultos y otros niños, afectando el desarrollo del vocabulario y habilidades comunicativas. La exposición a contenidos pasivos (como videos) también puede limitar el juego creativo e imaginativo, que es crucial para el desarrollo en esta etapa.
Las consecuencias sobre la salud física pueden ser notable. La exposición prolongada a pantallas puede causar fatiga visual, ojos secos y, en casos extremos, miopía. Además, el tiempo dedicado a dispositivos suele reemplazar actividades físicas, contribuyendo al sedentarismo y al riesgo de obesidad, sin olvidar que sostener dispositivos durante largos periodos puede generar problemas de postura y dolor en el cuello o espalda.
Más allá de eso, pueden presentarse problemas emocionales y conductuales, de dependencia y adicción. Los menores pueden desarrollar una relación excesiva con los dispositivos, mostrando irritabilidad o ansiedad cuando se les restringe su uso. Porque, además, los dispositivos suelen usarse para calmar a los niños, lo que les dificulta aprender a gestionar sus emociones por sí mismos. Y, cuidado con el impacto sobre el sueño, pues la luz azul emitida por pantallas puede alterar los ritmos circadianos, reduciendo la calidad y duración del sueño.
En el capítulo de problemas sociales, el aislamiento social lidera la casuística de problemas. Un uso excesivo puede limitar las interacciones cara a cara con padres, cuidadores y otros niños, lo que es esencial para el desarrollo de habilidades sociales. Al interactuar menos con otros, los niños pierden oportunidades de aprender a negociar, compartir y resolver problemas en grupo.
Por último, la exposición a contenido inapropiado es un problema muy a tener en cuenta. Los menores pueden acceder accidentalmente a contenidos violentos, inapropiados o poco educativos. Así mismo, los anuncios en aplicaciones o videos pueden influir negativamente en sus deseos y comportamientos.
Recomendaciones para minimizar riesgos
Pues lo primero es establecer límites. La OMS recomienda evitar el uso de pantallas en niños menores de 2 años y limitarlo a 1 hora diaria en niños de 2 a 5 años. También supervisar el uso de dispositivos, interactuar con los niños mientras los usan y asegurarse de que el contenido sea educativo y apropiado.
En paralelo se sugiere promover alternativas, priorizando actividades físicas, juegos creativos y la lectura. Por supuesto, evitar el uso antes de dormir y reducir la exposición a pantallas al menos una hora antes de acostarse. Un uso moderado y guiado puede minimizar estos riesgos y garantizar que los dispositivos se utilicen de manera constructiva en esta etapa sensible del desarrollo infantil.
Consultado en: https://exitoeducativo.net/casi-la-mitad-de-menores-de-5-anos-usan-el-movil-o-la-tablet-a-diario/ Fecha de consulta: 23/12/2024