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LIBRO DE INFOGRAFÍAS- RECONSTRUIR EL PACTO EDUCATIVO GLOBAL

Oscar A. Pérez Sayago Secretario General Confederación Interamericana de Educación Católica – CIEC La cultura actual está atravesando distintas problemáticas que provocan una difundida “emergencia educativa”. Con esta expresión nos referimos a las dificultades de establecer relaciones educativas que, para ser auténticas, tienen que transmitir a las jóvenes generaciones valores y principios vitales, no sólo para ayudar a cada persona a crecer y a madurar, sino también para concurrir en la construcción del bien común.

La educación católica, con sus numerosas instituciones educativas, ofrece una contribución relevante a la iglesia en el proceso de renovación que nos propone el Papa Francisco, con el objetivo de forjar en los niños, jóvenes y en la cultura los valores antropológicos y éticos que son necesarios para edificar una sociedad solidaria y fraterna.

“La educación católica es uno de los desafíos más importantes para la Iglesia, comprometida en la nueva evangelización en medio de un contexto histórico y cultural en constante transformación”, afirmó el Papa Francisco (2014). Pero la educación, en sí misma, es una realidad dinámica, un movimiento “orientado al desarrollo pleno de la persona en su dimensión individual y social”, que requiere un gran trabajo en equipo (Francisco, 2020). Para abordar este gran movimiento hace falta unir esfuerzos, y por eso el llamamiento del papa al Pacto educativo global, un gran movimiento para recomponer lo que llama la aldea de la educación:

“El objetivo de estar juntos no es desarrollar programas, sino encontrar el paso común «para reavivar el compromiso por y con las jóvenes generaciones, renovando la pasión por una educación más abierta e incluyente, capaz de la escucha paciente, del diálogo constructivo y de la mutua comprensión». El pacto educativo no debe ser un simple ordenamiento, no debe ser un “recocido” de los positivismos que hemos recibido de una educación ilustrada. Debe ser revolucionario (Ibid).

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